La vida es breve. Al menos para un pulso de luz de unos pocos femtosegundos (un femtosegundo es una mil billonésima de segundo). Sin embargo, ni siquiera algo tan rápido puede escaparse a la observación. Al menos así lo han demostrado algunos miembros del ALF en colaboración con la Universidade do Porto.
Utilizando una nueva técnica llamada Starfish, han logrado obtener los fotogramas de una película a cámara lenta, en el que un pulso de luz es concentrado por una lente, atravesando el punto focal de ésta. El pulso sufre una pequeña variación en su distribución temporal que es trasladada a su espectro. ¿No seremos un poco voyeurs?
B. Alonso, M. Miranda, I. J. Sola, H. Crespo, Spatiotemporal characterization of few-cycle
laser pulses, OPTICS EXPRESS 20 ,17880 (2012)
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