La selección más difícil

Una propiedad sorprendente de los láseres intensos es que, cuando interaccionan con la materia, producen destellos del luz que duran menos de una mil billonésima de segundo (unos cien attosegundos, en la jerga especializada). Para tener una idea de la brevedad de estos pulsos, basta decir que duran lo que tarda la luz en recorrer una distancia igual al tamaño de un virus.
De forma análoga a los “flash” fotográficos, los pulsos de attosegundo pueden utilizarse para captar instantáneas de procesos físicos muy rápidos, como el movimiento de los electrones en un átomo. Sin embargo, es difícil crear un pulso de attosegundo aislado, ya que se suelen producir en forma de trenes más o menos largos.
Científicos franceses de LOA, CEA y la empresa THALES, han desarrollado un método para aislar un destello de cada tren. Para ello utilizan una lámina de sílice sobre la que focalizan un láser intenso cuyos pulsos han sido modificados de forma que el ángulo de reflexión en la lámina varíe en el tiempo. De esta manera los pulsos del tren de attosegundo se distribuyen en diferentes ángulos, de forma análoga a cómo los destellos intermitentes de un faro guía son emitidos en diferentes direcciones. Seleccionar un sólo pulso es, entonces, fácil si se acota el ángulo de reflexión que se va a utilizar.

J. A. Wheeler, et al, Attosecond lighthouses from plasma mirrors, Nat. Photonics 6, 829 (2012)

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